La comercialización de Internet
llevaba acarreada no sólo el
desarrollo de servicios de red privados
y competitivos sino también el
de productos comerciales que implementen
la tecnología Internet. A principios
de los años 80 docenas de fabricantes
incorporaron TCP/IP a sus productos
debido a la aproximación de sus
clientes a esta tecnología de
redes. Desafortunadamente, carecían
de información fiable sobre cómo
funcionaba esta tecnología y
cómo pensaban utilizarla sus
clientes. Muchos lo enfocaron como la
incorporación de funcionalidades
que se añadían a sus propios
sistemas de red: SNA, DECNet, Netware,
NetBios. El Departamento de Defensa
norteamericano hizo obligatorio el uso
de TCP/IP en buena parte de sus adquisiciones
de software pero dio pocas indicaciones
a los suministradores sobre cómo
desarrollar productos TCP/IP realmente
útiles.
En 1985, reconociendo la falta de
información y formación
adecuadas, Dan Lynch, en cooperación
con el IAB, organizó una reunión
de tres días para todos los
fabricantes que quisieran saber cómo
trabajaba TCP/IP y qué es lo
que aún no era capaz de hacer.
Los ponentes pertenecían fundamentalmente
a la comunidad investigadora de DARPA
que había desarrollado los
protocolos y los utilizaba en su trabajo
diario. Alrededor de 250 fabricantes
acudieron a escuchar a unos 50 inventores
y experimentadores. Los resultados
fueron una sorpresa para ambas partes:
los fabricantes descubrieron con asombro
que los inventores estaban abiertos
a sugerencias sobre cómo funcionaban
los sistemas (y sobre qué era
lo que aún no eran capaces
de hacer) y los inventores recibieron
con agrado información sobre
nuevos problemas que no conocían
pero que habían encontrado
los fabricantes en el desarrollo y
operación de nuevos productos.
Así, quedó establecida
un diálogo que ha durado más
de una década.
Después de dos años de conferencias,
cursos, reuniones de diseño y congresos,
se organizó un acontecimiento
especial para que los fabricantes
cuyos productos funcionaran correctamente
bajo TCP/IP pudieran mostrarlos conjuntamente
durante tres días y demostraran
lo bien que podían trabajar
y correr en Internet. El primer "Interop
trade show" nació en Septiembre
de 1988. Cincuenta compañías
presentaron sus productos y unos 5.000
ingenieros de organizaciones potencialmente
compradoras acudieron a ver si todo
funcionaba como se prometía.
Y lo hizo. ¿Por qué? Porque
los fabricantes habían trabajado
intensamente para asegurar que sus
productos intero-peraban correctamente
entre sí -incluso con los de
sus competidores. El Interop ha crecido
enormemente desde entonces y hoy en
día se realiza cada año en
siete lugares del mundo con una audiencia
de 250.000 personas que acuden para
comprobar qué productos interoperan
correctamente con los demás,
conocer cuáles son los últimos
y para hablar sobre la tecnología
más reciente.
En paralelo con los esfuerzos de
comercialización amparados
por las actividades del Interop, los
fabricantes comenzaron a acudir a
las reuniones de la IETF que se convocaban
tres o cuatro veces al año para discutir
nuevas ideas para extender el conjunto
de protocolos relacionados con TCP/IP.
Comenzaron con unos cientos de asistentes
procedentes en su mayor parte del
mundo académico y financiados
por el sector público; actualmente
estas reuniones atraen a varios miles
de participantes, en su mayor parte
del sector privado y financiados por
éste. Los miembros de este
grupo han hecho evolucionar el TCP/IP
cooperando entre sí. La razón
de que estas reuniones sean tan útiles
es que acuden a ellas todas las partes
implicadas: investigadores, usuarios
finales y fabricantes.
La gestión de redes nos da
un ejemplo de la beneficiosa relación
entre la comunidad investigadora y
los fabricantes. En los comienzos
de Internet, se hacía hincapié
en la definición e implementación
de protocolos que alcanzaran la interoperación.
A medida que crecía la red
aparecieron situaciones en las que
procedimientos desarrollados "ad hoc"
para gestionar la red no eran capaces
de crecer con ella. La configuración
manual de tablas fue sustituida por
algoritmos distribuidos automatizados
y aparecieron nuevas herramientas
para resolver problemas puntuales.
En 1987 quedó claro que era
necesario un protocolo que permitiera
que se pudieran gestionar remota y
uniformemente los elementos de una
red, como los routers. Se propusieron
varios protocolos con este propósito,
entre ellos el SNMP (Single Network
Management Protocol, protocolo simple
de gestión de red) diseñado,
como su propio nombre indica, buscando
la simplicidad; HEMS, un diseño más
complejo de la comunidad investigadora;
y CMIP, desarrollado por la comunidad
OSI. Una serie de reuniones llevaron
a tomar la decisión de desestimar
HEMS como candidato para la estandarización,
dejando que tanto SNMP como CMIP siguieran
adelante con la idea que el primero
fuera una solución inmediata
mientras que CMIP pasara a ser una
aproximación a largo plazo:
el mercado podría elegir el
que resultara más apropiado.
Hoy SNMP se usa casi universalmente
para la gestión de red.
En los últimos años hemos
vivido una nueva fase en la comercialización.
Originalmente, los esfuerzos invertidos
en esta tarea consistían fundamentalmente
en fabricantes que ofrecían
productos básicos para trabajar
en la red y proveedores de servicio
que ofrecían conectividad y
servicios básicos. Internet
se ha acabado convirtiendo en una
"commodity", un servicio de disponibilidad
generalizada para usuarios finales,
y buena parte de la atención
se ha centrado en el uso de la GII
(Global Information Infraestructure)
para el soporte de servicios comerciales.
Este hecho se ha acelerado tremen-damente
por la rápida y amplia adopción
de visualizadores y de la tecnología
del World Wide Web, permitiendo a
los usuarios acceder fácilmente
a información distribuida a
través del mundo. Están
disponibles productos que facilitan
el acceso a esta información
y buena parte de los últimos
desarrollos tecnológicos están
dirigidos a obtener servicios de información
cada vez más sofisticados sobre
comunicaciones de datos básicas
de Internet.